Cuando te visite sin previo aviso la tristeza con sus royos, no dejes que se acomode, no le pongas la musica que le gusta. No bajes las cortinas para que no le moleste la luz. Es bueno tener siempre a mano una lista de las cosas por las que podés agradecer. Sera suficiente para que la incomodes y tenga que salir corriendo para otro lado. Ya sabemos qué pasa si le damos bola...